La córnea es la ventana del ojo, su contacto con el exterior. Es muy peculiar porque carece de vasos sanguíneos, pero tiene una alta sensibilidad, por lo que muchas de sus patologías son my dolorosas. Además, es importante considerar que la córnea tiene un elevado poder óptico (más de 40 dioptrías), lo que origina que pequeñas deformidades incidan sobre la visión.
Entre las patologías más frecuentes se presentan diversos tipos: traumatismos (cuerpos extraños, arañazos,…), infecciones (herpes, bacterias,…), deformidad o degeneraciones, y la más habitual, por sequedad. Otras veces le afectan patologías vecinas, como las de los párpados. La córnea es un órgano muy resistente a enfermedades pero más sensible a los microtraumas, como es el caso de la cirugía o el uso de lentes de contacto. Otras son patologías propias, como algunos procesos degenerativos o deformidades.
Los problemas con la córnea se pueden dar a cualquier edad. Una de las más frecuentes es el queratocono, que consiste en una deformidad progresiva de la córnea que se suele iniciar en personas jóvenes, simulando miopía y astigmatismo. Existen métodos para frenar esa progresión y para mejorar la capacidad óptica, pero algunos casos finalizan en trasplante (eso sí, con muy buen pronóstico). También son habituales los problemas derivados del uso de lentes de contacto. En personas mayores aparecen patologías degenerativas que ocasionan edema corneal –visión difuminada– y otros trastornos relacionados con la mala visión. El herpes y algunas degeneraciones pueden asomar a cualquier edad.
En cuanto a las úlceras por traumatismo o por infección son muy dolorosas mientras que en el ojo seco los pacientes se quejan de quemazón, sensación de arenas… Es decir, algunas enfermedades provocan síntomas visuales, otras más bien dolor o molestias y las más graves dejan opacidades en la córnea.
La mayoría de las patologías de córnea se diagnostican en la consulta, donde además de los métodos tradicionales, disponen de instrumentos muy sofisticados (topógrafo, microscopio endotelial, analizador de lágrima, etc.). En ocasiones, hay que recurrir al laboratorio para el estudio de las células o de los posibles gérmenes. De hecho, los especialistas señalan que se ha dado un gran avance en todas estas técnicas para el diagnóstico y en el tratamiento.
Destaca la cirugía refractiva con láser, que ha contribuido a conocer mejor muchas patologías corneales. También hay medicamentos más eficaces, como antibióticos y antiinflamatorios de última generación. Se han introducido a su vez terapias regenerativas para la curación de úlceras y casos de ojo seco grave.
Novedades terapéuticas para los problemas de córnea
En el apartado de las novedades terapéuticas para las patologías de la córnea destacan las terapias regenerativas y las nuevas técnicas de trasplante. Dentro de las primeras, el Instituto Clínico-Quirúrgico de Oftalmología ha sido pionero en la aplicación de plasma rico en factores de crecimiento para casos de ojo seco muy sintomático y resistente a otras terapias. También es útil para facilitar la cicatrización de úlceras corneales persistentes. Para esta patología emplean la membrana amniótica placentaria. Las nuevas técnicas han cambiado totalmente el panorama del trasplante de córnea. Antes se trasplantaba siempre toda la córnea, actualmente se tiende a sustituir las capas dañadas. Esto favorece el pronóstico y la rehabilitación visual, y reduce los riesgos de la cirugía y del postoperatorio.
Cuidado con las lentes de contacto
Las personas que utilizan lentes de contacto deben seguir estrictamente las normas de uso y de higiene recomendados. No deben usar agua del grifo para aclarar las lentes. Ante problemas de intolerancia o molestias, deben retirarlas y acudir al oftalmólogo con las lentes en el estuche por si fuera necesario su análisis. Una complicación grave de las lentes de contacto puede conducir a la ceguera.
Cómo prevenir la sequedad ocular
Es importante que las personas con ojo seco aprendan hábitos para reducir los síntomas: evitar calefacción intensa y ambientes con corrientes de aire, usar humidificadores y gafas envolventes, emplear lágrimas artificiales frías sin conservantes y no los colirios vasoconstrictores.
Avances en lentes de contacto
Las lentes de contacto han experimentado una gran mejoría en los últimos años. Las desechables permiten el uso en personas que eran intolerantes a las tradicionales. Existen también lentes multifocales que proporcionan buenos rendimientos visuales con elevado grado de satisfacción. En cuanto a los sistemas de mantenimiento, los de peróxido son menos tóxicos para el ojo que las soluciones únicas.
Lágrimas artificiales y colirios
Los pacientes se preguntan sobre el motivo de que las lágrimas artificiales vayan en monodosis y la respuesta es porque no contienen conservantes. En personas sometidas a tratamiento crónico existe un alto grado de toxicidad por esos conservantes, sobre todo, cuando existe previamente un ojo seco. En cuanto a las gotas del colirio que hay que echar cada vez, con una es suficiente; no hay espacio para más en la superficie del ojo. En caso de duda se puede repetir la instilación sin riesgo.
Dr. Juan A. Durán de la Colina
Especialista en Oftalmología de IMQ y Director Científico del Instituto Clínico-Quirúrgico de Oftalmología