Cómo diferenciar el asma de la COVID-19

Última actualización: 30 de junio, 2022

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Aunque todavía existen numerosas incógnitas en torno a la COVID-19, las autoridades sanitarias también disponen de muchas certezas acerca de esta enfermedad y su incidencia especial sobre determinados colectivos vulnerables. Dentro de esos grupos se encuentran las personas que sufren enfermedades pulmonares como el asma, que cuentan con un riesgo de sufrir complicaciones graves mayor que el resto de la población.

Existe una relación directa entre la COVID-19 y las dolencias respiratorias: las siglas SARS-CoV-2 que causan esa enfermedad significan Coronavirus 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Grave. Sin embargo, eso no significa que los pacientes alérgicos tengan un mayor riesgo de contraer la enfermedad que el resto, sino que una persona asmática que se contagie con la COVID-19 tiene más posibilidades de sufrir una sintomatología más severa que el resto de la población, ya que la infección por COVID 19, puede provocar una reagudización del asma.

Existen síntomas comunes entre el asma y la COVID-19, como la tos seca y la sensación de falta de aire, aunque en el caso del coronavirus esos síntomas suelen ir acompañados de dolor de garganta y fiebre, que no suelen presentarse en el asma alérgico. En los casos más graves, la COVID 19 provoca neumonía, con una sensación continua de falta de aire y una fiebre alta mantenida.

Síntomas que diferencian el coronavirus del asma

Sin embargo, la expansión de la pandemia se ha producido durante la primavera, es decir, en pleno periodo de incidencia del asma en pacientes alérgicos a pólenes y sus efectos se pueden llegar a confundir con los síntomas del coronavirus. Por eso es necesario recordar algunos aspectos importantes sobre el asma:

La alergia puede provocar síntomas de rinitis y conjuntivitis que habitualmente mejoran o remiten con un tratamiento antihistamínico.
Los síntomas de una persona alérgica al polen, empeoran cuando está al aire libre por efecto del polen que hay en el ambiente, y mejoran al mantenerse en el interior de la vivienda. Hay que tener en cuenta que los pacientes alérgicos a los ácaros del polvo empeora su sintomatología en el domicilio y mejoran en el exterior de la vivienda.
La alergia no suele provocar fiebre.
En caso de sufrir un ataque de asma, con tos seca y dificultad para respirar, los síntomas suelen mejorar o remitir con un broncodilatador de rescate.

Medidas de prevención frente al coronavirus para personas asmáticas

Debido a que la COVID-19 puede ser más agresiva en las personas asmáticas, resulta especialmente importante que cumplan con el cuidado y las medidas específicas indicadas para paliar sus efectos, entre las que se encuentran las siguientes:

Al igual que el resto de la población, las personas asmáticas deben lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse la cara.
Utilizar mascarilla para evitar el contagio o la propagación del virus en caso de ser portador.
Deben ventilar sus viviendas antes de las 12 del mediodía o a partir de las 17.00 para evitar las horas en las que se concentra una mayor cantidad de polen en el ambiente.
Deben seguir el tratamiento prescrito por el especialista para la alergia o el asma, y en caso de contraer la infección ponerse en contacto con su especialista para ajustar el tratamiento.
En caso de recibir una vacuna inyectada para combatir la alergia, deben contactar con sus respectivos centros de salud para ver cómo retomar la administración de las vacunas.
Las personas que reciban una vacuna sublingual deben continuar administrándosela como hasta el momento, salvo que los profesionales sanitarios indiquen lo contrario.

Recomendaciones de prevención del coronavirus para niños asmáticos

Junto a estas medidas, la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma pediátrica recomienda medidas adicionales destinadas a los niños y niñas, que son el espectro de población más proclive a sufrir esta alergia:

Evitar el contacto cercano con personas que padecen infecciones respiratorias agudas, fiebre o tos.
Limpiar frecuentemente los utensilios compartidos.
Evitar compartir vasos, platos y otros utensilios que puedan estar impregnados de saliva.
En caso de tener que acudir a un servicio de urgencia o centro sanitario, procurar llevar la propia cámara espaciadora y mascarilla para el uso de inhaladores de manera individualizada.