Cirujano cardiovascular de IMQ
Las insuficiencia venosa crónica es una enfermedad que afecta hasta el 30% de los hombres y el 50% de las mujeres, y que en sus estados más avanzados puede provocar la aparición de ulceraciones cutáneas en las piernas de difícil manejo. Se trata de un proceso crónico y evolutivo en el tiempo; siendo las varices la manifestación más frecuente y visible.
¿Qué son las varices?
Las varices son venas dilatadas en mayor o menor medida y que no actúan como conductoras de la sangre venosa desde los miembros inferiores hasta el corazón, que sería su función en condiciones normales, sino que dependiendo del grado de degeneración de la pared y de las válvulas puede ocurrir que haya un reflujo hacia la periferia de esta sangre en sentido contrario al fisiológico y se provoque una hipertensión venosa sobre todo en las piernas.
Mucha gente acude a la consulta con unas venas que apenas son perceptibles a los ojos de los demás. Y es que se tiende a ser mucho más crítico con uno mismo y no se es objetivo y lo que parece una variz enorme puede ser imperceptible para los demás, por lo que, es importante hacer caso a las recomendaciones de los especialistas.
¿Cuándo operarse de varices?
Sólo cuando la situación se agrava es cuando hay que operarse. Hoy en día existen muchas técnicas que hacen que la operación sea sencilla y no implican ingreso ni lentas recuperaciones. Las técnicas que se emplean, como el láser o la radiofrecuencia, inutilizan la vena en lugar de extraerla como se hacía antes, por lo que es mucho menos arriesgado.
En caso de que la intervención quirúrgica sea necesaria, el mejor momento para hacerlo es en otoño o invierno, aunque mucha gente prefiera hacerlo en verano porque está de vacaciones o porque es cuando se preocupa por las molestias.
Es importante acudir al médico al notar cualquier síntoma, como la sensación de piernas cansadas o hinchazón, aparición de venitas o dolor. La revisión anual es imprescindible, ya que cuanto antes empiecen a tratarse, mejor. Hay muchas personas mayores que sólo acuden a nosotros cuando ya tienen úlceras o hinchazón que les impide mover las piernas, y en estos casos ya poco se puede hacer, es mejor tratarlo cuando se es joven.
Una vez en consulta, eI primer paso consiste en realizar un estudio ecográfico (eco-doppler) para identificar la vena o venas implicadas en el proceso, pues dependiendo de cuales sean, se planificará el tratamiento.
Recomendaciones para reducir los síntomas
- Uso de medias de compresión. La primera medida consiste en utilizar una media de compresión (individualizándola para cada caso y situación) con la que estaremos "exprimiendo" las venas y disminuyendo el contenido de sangre "acumulada". También son útiles los fármacos venotónicos en este sentido, y sobre todo en épocas calurosas.
- Elevación de las piernas
- No estar mucho tiempo de pie o sentado
- Cremas con sensación de frío
- Deporte moderado
- No llevar ropa ajustada
Los factores de riesgo para la aparición y la progresión de este proceso, además del sexo femenino, serían los antecedentes familiares, el sobrepeso, los embarazos, el estilo de vida, y el estreñimiento, entre otros.
Tipos de intervenciones y cirugía para las varices
- Cirugía clásica. Se extirpa el eje venoso implicado mediante heridas quirúrgicas en los sitios adecuados.
- Termoablación laser o radiofrecuencia. Se destruye la vena con calor mediante un catéter que se introduce en el interior de ella habitualmente por punción percutánea.
- Flebosclerosis. En sus distintas variedades provoca una irritación química en la pared de la vena mediante punciones locales y a veces también en ejes venosos con catéteres intravenosos para actuar a distancia. Es el procedimiento de elección para las venas más superficiales y tratamientos estéticos, así como para venas colaterales.
- Pegamentos. El fundamento consiste en pegar las paredes de la vena con sustancias adhesivas para sellarla, aunque hay poca experiencia a largo plazo, los resultados son esperanzadores.
Mitos y falsas creencias sobre las varices
Es falso que las aspirinas solucionen los problemas de varices. Aunque las aspirinas pueden aliviar el dolor momentáneo, no previenen ni mejoran la situación.
También es un mito que solo tienen varices las mujeres, ya que los hombres padecen insuficiencia venosa igualmente, aunque sí es cierto que los métodos anticonceptivos hormonales empeoran la circulación, favorecen la trombosis y aumentan las molestias, pero normalmente la situación "mejora" cuando se dejan de tomar; siendo lo más conveniente consultarlo con el ginecólogo.