Las 6 Enfermedades de Transmisión Sexual más comunes

Principales tipos de enfermedades de transmisión sexual

Ahora bien, ¿cuáles son los principales tipos de enfermedades de transmisión sexual? En la actualidad se conocen más de 20 tipos de ETS diferentes, de las cuales las más frecuentes son:

1. Virus del Papiloma Humano (VPH)

Es la enfermedad de transmisión sexual más frecuente que existe. La mayoría de las personas que se contagian no presentan síntomas por lo que en la mayoría de las ocasiones pasa desapercibido y solo tras una prueba diagnóstica somos capaces de detectarlo. También en algunas ocasiones puede desarrollar verrugas en el área genital e incluso puede dar lugar al desarrollo de cáncer.

De los más de 100 serotipos que existen, especialmente 2 (el serotipo 16 y 18), son los que causan la mayoría de estos tipos de cáncer. Es por ello importante una revisión periódica si hemos tenido contacto con personas de riesgo o si el virus ha sido detectado en nuestra pareja.

2. Herpes genital (VHS)

El herpes genital esta producido por dos tipos de virus diferentes , el VHS-1 y el VHS-2. Es a su vez una enfermedad muy común que permanece en nuestro cuerpo a lo largo de toda nuestra vida. Se contagia por contacto de piel a piel con áreas infectadas, provocando pequeñas ampollas que tardan unos días en curarse. No existe una cura para este tipo de infecciones pero si varios fármacos que nos ayudan a reducir el número y la intensidad de los brotes.

3. Clamidia

Es también una de las ETS con más número de diagnósticos en nuestra zona. Está causada por la bacteria Chlamydia Trachomatis presente en fluidos sexuales. Se cura fácilmente con antibióticos pero la mayoría de las personas que tienen esta infección no presenta síntomas o presenta una clínica leve de malestar, dolor y en ocasiones secreciones en la uretra, por lo que su diagnóstico en ocasiones se retrasa.

4. Gonorrea

Causada así mismo por una bacteria llamada Neisseria Gonorrhoeae. Crece rápidamente en el área genital pudiendo infectar otras áreas del cuerpo y en ocasiones puede dar lugar a cuadros graves. Los síntomas habituales suelen ser dolor al orinar y secreciones en la uretra, y es tratada así mismo con facilidad mediante el uso de antibióticos.

5. Sífilis

Es también causada por una bacteria, Treponema Pallidum, y suele causar unas úlceras en el área genital llamadas “chancros”, que no son dolorosas pero que son las zonas de transmisión de la enfermedad por contacto. Cuando se trata de forma precoz no suele dejar secuelas, pero si su tratamiento es tardío puede provocar daños neurológicos permanentes.

6. SIDA (VIH)

La enfermedad está causada por el virus VIH, que provoca la destrucción de ciertas células del sistema inmunitario, dañando el mismo y dejando al paciente en una situación de inmunosupresión, que facilita la adquisición de infecciones graves que de otro modo nuestro cuerpo podría combatir más fácilmente.

Una vez que te contagias de VIH, el virus permanece en tu cuerpo de por vida, en ocasiones sin presentar el paciente ningún síntoma durante los primeros años. A día de hoy el virus no tiene cura pero existen diferentes fármacos antirretrovirales que pueden mantener la carga vírica baja permitiendo mantener un buen estado de salud a los pacientes e incluso evitar el contagio del virus a otras personas.

Hay que tener en cuenta que VIH y SIDA no son lo mismo. El VIH es el virus que causa el SIDA, y el SIDA es la enfermedad que el virus causa por el daño que hace en el sistema inmunitario. Las personas que tienen VIH, no siempre tienen SIDA, si con ayuda de un diagnóstico precoz y la utilización de fármacos adecuados consiguen mantener unos niveles de carga vírica bajos, no dando la posibilidad de desarrollar la enfermedad.

Puntos clave a recordar

A pesar de una disminución de la incidencia de las ETS en estos dos últimos años motivado principalmente por las restricciones que se han llevado a cabo por la pandemia, no debemos relajarnos, ya que son enfermedades que están presentes entre nosotros y se espera un repunte de estas enfermedades una vez que las medidas de confinamiento se van relajando.

Es por ello que debemos recordar siempre mantener relaciones sexuales con protección para disminuir el riesgo de contraer alguna de estas enfermedades, muchas de las cuales no tienen una cura definitiva. Recuerda que la utilización del preservativo, sigue siendo a día de hoy una de las medidas más eficaces para disminuir el contagio de la mayoría de las ETS.

Ten presente que en caso de haber mantenido relaciones sexuales de riesgo, o tener las sospecha de estar infectado de alguna de las ETS mencionadas, es importante acudir cuanto antes al especialista, que con una sencilla valoración determinará la presencia o no de alguna ETS e instaurará el tratamiento recomendado en cada caso.