Seguramente, si eres joven estarás pensando, para qué voy a contratar un seguro médico si me encuentro perfectamente, mi estado de salud es bueno y aún no tengo los típicos achaques de la edad. Pues bien, destapamos los periodos de carencia y preexistencias en los seguros de salud. Probablemente no tengas ni la más remota idea de lo que estamos hablando, pero después de leer este artículo caerás en la cuenta de las ventajas de asegurar tu salud cuando antes.
Lo primero de todo, ser joven y tener salud no es una garantía de inmunidad. Es probable, que a tu edad te sientas “en la flor de la vida” y ni te hayas planteado contratar un seguro de salud, pero lo cierto es que hacerlo siendo joven tiene sus ventajas. No solamente por la coberturas que puede ofrecerte y de las que puedes aprovecharte siendo joven, como la atención de urgencias en viajes al extranjero, sino porque a la larga también saldrás ganando. Y aquí es cuando entran en juego dos conceptos clave en este tipo de pólizas: los periodos de carencia y las preexistencias.
Si eres joven y crees estar en la flor de la vida, te interesa conocer los periodos de carencia y las preexistencias de los seguro médicos. ¡Ahora es tu momento!
Los periodos de carencia y preexistencias en los seguros de salud, y la importancia de contratarlos cuando eres joven
Como decíamos, los periodos de carencia y las preexistencias son dos factores clave y que toda persona joven debe tener en cuenta antes de rechazar la idea de contratar un seguro médico para jóvenes. Te contamos qué son, por qué se aplican y cómo pueden afectarte.
Todo lo que debes saber sobre las preexistencias
Comencemos por las preexistencias. Se conocen como preexistencias aquellas enfermedades que padece la persona asegurada antes de contratar una póliza con cualquier compañía de seguros.
Dichas enfermedades o dolencias deben declararse en el cuestionario de salud que se entrega antes de firmar el contrato. El objetivo es que la compañía valore adecuadamente el riesgo que asume al asegurarnos; esto implica que si actuamos de mala fe y ocultamos algún problema de salud, la compañía de seguros pueda rescindir el contrato.
Dicho esto, ¿en qué puede beneficiarnos contratar un seguro médico cuando somos jóvenes en lo que respecta a las preexistencias? Muy sencillo, cuando aún se es joven y se goza de buena salud en general, se evita la preexistencia de condiciones médicas que suelen conllevar exclusiones en las pólizas de cualquier seguro médico.
Es decir, aquellas enfermedades crónicas o secuelas de accidentes que sufras antes de la contratación no se incluyen en la cobertura de los seguros médicos de cualquier compañía aseguradora. De ahí, la ventaja de estar asegurado cuanto antes.
Todo lo que debes saber sobre los periodos de carencia
En lo que respecta al periodo de carencia, se llama así, en el argot del sector asegurador, al intervalo de tiempo que ha de transcurrir desde el alta en el seguro médico hasta que se puede utilizar determinados servicios incluidos dentro de la cobertura de la póliza.
Las empresas aseguradoras aplican estos periodos para evitar que alguien contrate el seguro solamente para realizarse una prueba, someterse a una intervención quirúrgica, etc., para posteriormente darse de baja. Es decir, para evitar posibles fraudes.
Por ejemplo, es habitual un periodo de carencia para la asistencia al parto. Pero si eres una persona previsora a la hora de contratar tu seguro de salud, para cuando necesites este tipo de pruebas el periodo de carencia ya no será un inconveniente.
No obstante, en IMQ, contamos con menores periodos de carencia que otras aseguradoras para que los nuevos clientes accedan antes a nuestros servicios.
Ahora que conoces todos los aspectos a tener en cuenta para contratar un seguro médico no dudes en solicitarnos información. En Euskadi más de 446.000 personas cuentan ya con un seguro de salud privado.