Invierno sano para niños: Consejos para cuidar la salud de tus pequeños

Mantener la salud infantil en invierno es un desafío para muchas familias en el norte, donde las temperaturas llegan a ser muy bajas. El frío es la principal amenaza, pues trae consigo resfriados y contribuye a dolencias de todo tipo, como gripe, bronquiolitis, amigdalitis o gastroenteritis. ¿Quieres saber cómo minimizar los riesgos?

Salud infantil en invierno: principales riesgos

Si eres padre o madre, conocerás bien la gran cantidad de problemas de salud pediátrica que pueden surgir. Por tanto, la prevención resulta esencial, aunque sea complicado salvar esta gélida estación sin algún que otro sobresalto.

Que cuides y refuerces su sistema inmunitario frente a los virus y bacterias es clave para evitar las enfermedades. En el caso de la infancia, es muy complicado esquivar los resfriados y catarros.

Estas son algunas de las principales dolencias que se dan en esta época en la infancia:

• Resfriado común o Catarro de vías altas. Es una infección vírica de las vías respiratorias altas (nariz, garganta) que se presenta con tos, estornudos, mucosidad nasal y en ocasiones fiebre. El objetivo primordial de su tratamiento es aliviar los síntomas. Los antibióticos no acortan su duración ni disminuye la probabilidad de complicaciones.
• Amigdalitis y faringitis. Las infecciones de la garganta, son causadas por diversos microorganismos. Las infecciones por virus son la causa más frecuente y sólo requieren analgésicos para el dolor de garganta. Si el pediatra sospecha infección bacteriana pautará antibióticos.
• Bronquiolitis. Es una infección viral común en menores de dos años. Las vías respiratorias más pequeñas, llamadas bronquiolos, se inflaman, a menudo a causa del virus sincitial respiratorio (VSR). Los síntomas incluyen tos, dificultad para respirar y “pitos” en el pecho. No existe ningún medicamento que cure la bronquiolitis y los síntomas pueden persistir hasta 2-4 semanas. Se recomiendan lavados nasales, mantener el niño algo incorporado y evitar ambientes con humo.
  
  
• Gripe. Se trata de una infección vírica, que afecta al sistema respiratorio. Puede presentarse de varias formas, es común la fiebre, tos, dolor de garganta y moqueo. Su tratamiento se centra en aliviar los síntomas y esperar a la cura con el paso de los días.
  
  
• Otitis media aguda. Consiste en la infección aguda del oído medio, que está situado detrás del tímpano. El tratamiento suele consistir en analgésicos y en ocasiones antibiótico.
  
  
• Sinusitis. Ocurre cuando los senos paranasales o cavidades óseas en el interior de los huesos de cara y alrededor de la nariz se inflaman, debido a infecciones virales o bacterianas. Otras causas pueden ser alergias o problemas estructurales nasales. Generalmente se sospecha cuando un catarro dura más de lo habitual o un catarro que inicialmente mejora, pero luego aparece fiebre y aumento de las secreciones. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas y en ocasiones precisa de antibióticos.

En términos generales, las afecciones invernales tienden a ser temporales. No obstante, es esencial abordarlas de la manera adecuada. De lo contrario, podrían convertirse en crónicas o tener un impacto significativo en la salud de los niños.

Prevención de enfermedades infantiles en invierno

Prepararse para afrontar los riesgos de salud infantil en los meses de más frío resulta básico para evitar que los problemas pasen a mayores. Fortalecer el sistema inmunitario es importante a todas las edades, pero más aún cuando hablamos de la infancia. A eso hay que añadir todas las medidas preventivas posibles en entornos escolares.

Vacunación

Es importante que los niños tengan completo su calendario vacunal. La vacunación anual contra la gripe (virus Influenzae A y B), protege contra el virus concreto de la gripe y para la temporada actual (2023-2024) está recomendada para los niños entre 6 y 59 meses de edad.

Ventilar la casa

Respirar aire puro es bueno para la salud general a cualquier edad, pero más aún para la infancia. Contribuye a oxigenar el ambiente y a prevenir la aparición de ácaros o polvo. Además, regula los niveles de humedad. Por el contrario, la ventilación deficiente tiene un impacto negativo, al propiciar la aparición de gérmenes, dolores de cabeza, tos o dificultades para dormir.

Lavarse las manos

Este es un hábito esencial para la infancia. Inculcarlo desde las edades más tempranas beneficia a largo plazo en su salud y tiene un impacto positivo durante toda la vida. Entre otras cosas, previene la propagación de microbios y evita contagios de todo tipo. El lavado ha de incluir la eliminación de suciedad debajo de las uñas y el uso de abundante jabón y agua.

Alimentación saludable y variada

Comer de manera variada y con una dieta rica en frutas y verduras fortalece su sistema inmune infantil. Contribuye positivamente a la salud de la infancia y garantiza un crecimiento adecuado. Elimina una gran cantidad de amenazas para la salud infantil, reduciendo la probabilidad de sufrir obesidad, sobrepeso y los riesgos que ello lleva aparejados.

Otras medidas

• Evitar el contacto con otras personas si se está enfermo.
• Toser tapando la boca con el codo. Al toser o estornudar utilizar pañuelos, preferiblemente desechables, para cubrir la boca y nariz.
• No compartir vasos, utensilios de comer o toallas.

Como ves, la salud infantil en invierno se ve amenazada por las temperaturas y las vulnerabilidades que eso genera. Si eres consciente de los riesgos y las estrategias para combatirlos, seguro que este año te ahorras muchas preocupaciones.