En 2017 se cumplieron 200 años desde que el doctor James Parkinson describiera por primera vez la enfermedad de Parkinson, bautizada así en su honor. Esta enfermedad neurodegenerativa tiene su origen en la pérdida de las neuronas productoras de dopamina –situadas fundamentalmente en la sustancia negra del cerebro–, un aminoácido fundamental en el control de los movimientos del cuerpo. Es la segunda enfermedad neurodegenerativa después de la demencia tipo Alzheimer.
Algunos síntomas iniciales del Parkinson pueden ayudarnos a detectar precozmente esta enfermedad:
Temblor
El temblor en brazos (aparece en reposo, no con los movimientos) sin otra causa aparente es un síntoma temprano común en la enfermedad de Parkinson.
Letra pequeña
El tamaño de la escritura se va haciendo más pequeño a medida que se escribe.
Pérdida del olfato
No se trata de la pérdida de olfato habitual en caso de resfriado o gripe cuando la nariz está congestionada, sino de problemas al oler ciertos alimentos (plátanos, pepinillos en vinagre, canela…). A diferencia de lo que ocurre en la COVID-19, no se produce repentinamente, sino de forma lentamente progresiva.
Problemas de sueño
Moverse mucho en la cama de forma habitual, pateando y dando puñetazos mientras se encuentra profundamente dormido o empezar a caerse de la cama mientras duerme pueden ser signos de alarma.
Dificultad para caminar y moverse
La rigidez en el cuerpo puede ser un síntoma inicial de Parkinson. Conviene hablar con el médico si desaparece el braceo al caminar, se sienten los pies como pegados al suelo o quienes le rodean le comentan que tiene aspecto tieso, muy rígido.
Estreñimiento
Las dificultades para poder defecar pueden ser un síntoma temprano de Parkinson, siempre que no haya una falta de agua o fibra en la alimentación o se consuma algún medicamento que provoque este efecto secundario.
Voz baja
Cambios en el volumen de la propia voz sin causa aparente.
Falta de expresión facial
Una expresión facial seria o deprimida (aspecto de máscara) unida a la falta de parpadeo es un signo común de Parkinson.
Encorvamiento de la espalda
Si usted, su familia o sus amigos notan que se está encorvando al estar de pie puede ser un signo inicial del Parkinson si no existe una lesión de espalda o algún problema de huesos.
¿Cuándo consultar con un médico?
Ninguno de estos síntomas iniciales del Parkinson debe preocuparle por separado. Sin embargo, si presenta más de uno de ellos es conveniente que consulte con su médico de Atención Primaria. Aunque el diagnóstico se basa en la presencia de los signos motores de la enfermedad, se están desarrollando multitud de métodos que pretenden aportar una mayor fiabilidad. La mayoría de las pruebas sirven para descartar parkinsonismos secundarios inducidos por fármacos, hidrocefalia, alteraciones vasculares o tumores, entre otras patologías.
Ante la sospecha de que pueda padecer Parkinson, deberá ser remitido lo antes posible a un especialista. Los fármacos dopaminérgicos han mejorado de una forma muy importante la calidad de vida de los pacientes, cuya tasa de mortalidad es similar a la de la población general. Existen diversas cirugías que pueden beneficiar a determinados pacientes, tales como la estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico o la aplicación de ultrasonidos focalizados en dicha zona.
Causas de la enfermedad de Parkinson
La sintomatología motora es la punta del iceberg de todo el complejo sintomático que caracteriza a esta patología. Sus causas son aún desconocidas, aunque puede ser el resultado de la interacción de factores naturales (la edad), genéticos y ambientales. En este sentido, la importancia de la influencia genética está creciendo muy rápidamente.
En la última década se han descrito 18 ‘loci’ o lugares genéticos relacionados con la enfermedad de Parkinson. Así, una investigación ha revelado que la ‘mutación vasca’ de un gen que tiene una especial prevalencia entre la población de algunos municipios guipuzcoanos eleva hasta el 83% la probabilidad de padecer Parkinson en mayores de 80 años. Sin embargo, la inmensa mayoría de los casos de Parkinson son esporádicos, es decir, aparecen en personas sin relación con la herencia. Menos de un 10% de los casos tendrían un claro componente genético.
Mayor incidencia a partir de los 60 años
El Parkinson afecta a hombres y mujeres, con ligero predominio masculino. El pico de mayor incidencia se da a partir de los 60 años y se incrementa a medida que la edad aumenta. De hecho, este es el factor de riesgo más importante para su desarrollo.
Por concretar cifras, se puede decir que afecta entre 1 y 3 de cada cien personas mayores de 60 años. Es excepcional por debajo de los 20 años y muy poco frecuente entre los 20 y los 40 años, aunque su prevalencia aumenta a partir de esa edad. En la actualidad, no existe un tratamiento que ayude a prevenir esta enfermedad.
Dr. Juan Carlos García-Moncó
Especialista en Neurología Centro IMQ Colón