[entradilla]Las personas que hacen unos 30 minutos de ejercicio al día tienen un 28% menos de riesgo de muerte y un 20% menos de riesgo de sufrir una cardiopatía.[/entradilla]
Vencer la pereza y moverte un poco más en tu día a día te hace vivir más años, al reducir el riesgo de muerte prematura y la enfermedad cardiaca, siempre que añadas cierta intensidad o fuerza al ejercicio. Es lo que afirman los resultados del estudio PURE publicados recientemente en la prestigiosa revista The Lancet. El estudio afirma que las personas que hacen ejercicio un mínimo de 150 minutos por semana, es decir, unos 30 minutos de ejercicio al día , tienen un 28% menos de riesgo de muerte y un 20% menos de riesgo de sufrir una cardiopatía. Las personas que practican aún más ejercicio (mínimo 750 minutos semanales) reducen en un 20% adicional el riesgo de muerte.
El estudio PURE ha sido realizado entre más de 130.000 personas de 17 países (de ingresos bajos, medios y altos) y concluye que practicar ejercicio al día no es solo hacer deporte, sino cualquier tipo de actividad ya sea de ocio, relacionada con el trabajo, el desplazarse caminando o realizar tareas domésticas. ¡No hay excusa para cuidarse!
Alarga tu vida con 30 minutos de ejercicio al día
No importa el tipo de ejercicio siempre que acumules 150 minutos semanales
Para obtener los resultados, el estudio preguntó a personas de entre 25 y 70 años sobre su actividad de ejercicio al día. Durante siete años participaron en la investigación completando un cuestionario único cada semana indicando cuántos minutos habían estado activos durante la semana anterior. Se les hizo un seguimiento y seis años más tarde, se les preguntó sobre su estado de salud.
Los resultados del estudio muestran que "no importa el tipo de ejercicio siempre y cuando se alcancen 150 minutos semanales". Según el doctor Salim Yusuf, participante en la investigación: "El 8% de las muertes podría prevenirse si durante siete años una persona hiciera el mínimo de ejercicio que recomienda el estudio".
Este estudio también quiere desmentir el mito que cree que el único ejercicio que vale es aquel que implica dinero y sacrificio. Solo con realizar algunos cambios en tu vida, también puedes proteger tu salud sin necesidad de apuntarte a un gimnasio.
Cambia el ascensor por las escaleras
“Caminar 2 o 3 minutos cada media hora o subir de 2 a 4 pisos al día por las escaleras en lugar de coger el ascensor es una buena opción para incrementar el nivel de ejercicio en personas sedentarias”, asegura el doctor Scott Lear, investigador principal del estudio.
“Hay que hacerlo con intención: hemos visto que en los países de bajos ingresos donde las tareas domésticas no están tan automatizadas, la actividad en casa requiere más esfuerzo y es más eficaz. Por ejemplo, barrer o lavar la ropa a mano puede implicar más ejercicio que ir a dar un paseo”, explica Lear.
Además, recomienda aprovechar los desplazamientos. “Si no puedes ir andando al lugar de destino y tienes que ir en coche, no pares justo en la puerta del trabajo. Aparca un poco lejos y camina. Y si tienes que coger el transporte público, detente una parada antes y termina el recorrido a pie”.
No hay excusa, todos tenemos tiempo
Todos tenemos tiempo para 30 minutos de ejercicio al día. No hace falta una alta intensidad, con moverse es suficiente. Aparcar un poco lejos de tu destino, subir escaleras, un pequeño paseo en los descansos del trabajo e ir andando o en bici a los sitios son algunos de los buenos hábitos saludables que se pueden adquirir para llegar al mínimo de ejercicio semanal. Una forma sencilla de conseguir años extra de vida.
Los beneficios se multiplican
Y si te animas y haces ejercicio aeróbico 30 minutos diarios, los beneficios se multiplican y puedes:
- Fortalecer tu corazón y prevenir ataques cardíacos.
- Bajar y controlar tu peso: combinado con una dieta saludable, te puede ayudar a perder peso y a mantenerlo, pues el oxígeno se aprovecha para quemar grasas y regular el azúcar en el cuerpo.
- Controlar el nivel de azúcar en la sangre y prevenir la diabetes Tipo 2.
- Fortalecer tus pulmones: Respiras más rápido y más profundo.
- Protegerte contra infecciones: Activa tu sistema inmunológico reduciendo las posibilidades de que contraigas virus como el de la gripe.
- Limpiar tus arterias: Aumenta los niveles de “colesterol bueno” (el HDL) y reduce los niveles de “colesterol malo” (el LDL) y de los triglicéridos (otras grasas en la sangre).
- Bajar la presión sanguínea.
- Combatir el estrés: reduce los niveles de adrenalina en tu cuerpo, disminuyendo el estrés y la ansiedad. Como es relajante, también te ayuda a dormir mejor.
- Antidepresivo: el cuerpo libera endorfinas que aumentan la sensación de bienestar no sólo a nivel físico sino también el bienestar emocional.
- Evitar la fatiga: cuanto más lo haces aumenta tu resistencia y disminuye el cansancio.
- Reafirmar la piel y a mantener tus músculos fuertes para no perder la flexibilidad.
- Mantener la mente activa y reducir el deterioro de las actividades cerebrales.
Pruébalo por ti mismo. Te sentirás mucho más relajado y además dormirás como nunca. Los demás beneficios los irás viendo con el tiempo. ¡Inténtalo!