Médico de familia del Servicio de Atención Urgente Ambulatoria en el Centro Médico IMQ Colón de Bilbao.
Cuidar la salud en invierno es quizás más importante que en el resto del año. A las bajas temperaturas se suman algunos factores de los que te hablaremos más adelante. Además, en este artículo encontrarás medidas muy útiles para mantenerte saludable durante los meses más fríos.
¿Cómo afecta el frío a la salud?
Varios órganos y sistemas reciben el impacto de las bajas temperaturas y su funcionamiento se modifica. Un ejemplo frecuente son las articulaciones, que en las personas con artritis duelen más cuando hace frío.
En el sistema cardiovascular, los vasos sanguíneos de la piel se contraen para preservar el calor, un mecanismo que se llama vasoconstricción. De forma simultánea, el corazón debe latir con más fuerza para mantener estable la temperatura corporal, una sobrecarga que puede deteriorar el funcionamiento de un corazón enfermo.
La vasoconstricción tiene otro efecto negativo, porque el riego sanguíneo disminuye y los tejidos reciben menos oxígeno y nutrientes. Además, la secreción sebácea merma y aparecen la sequedad, la palidez y las rojeces en la piel.
Las gripes son más frecuentes en invierno, porque el aire frío afecta a dos mecanismos que protegen y limpian el sistema respiratorio: la secreción de mucosidad y los cilios, que son proyecciones celulares. El moco atrapa las partículas extrañas y los microorganismos, mientras que los cilios vibran para desplazarlo y expulsarlo.
Las bajas temperaturas hacen que la mucosidad sea más espesa y se detiene la actividad de los cilios. Este problema eleva la probabilidad de padecer una neumonía, con una mortalidad que alcanza la media de 328 personas por año en Euskadi.
Por otra parte, el invierno induce en muchas personas lo que se conoce como trastorno afectivo estacional. Se caracteriza por un estado de ánimo depresivo, con tristeza y falta de energía, sentimientos de inutilidad o desesperanza y desazón. Los síntomas aparecen al final del otoño y se disipan con la llegada de la primavera.
¿Y la vitamina D?
Hay un efecto menos evidente que está relacionado con las horas de exposición solar. La radiación de tipo UVB que recibes en tu piel induce la conversión de 7-dehidrocolesterol en vitamina D3 (colecalciferol).
Durante el invierno, los días son más cortos, permanecemos más tiempo en espacios cerrados y utilizamos ropa que nos cubre totalmente.
La carencia de la denominada vitamina del sol durante el invierno produce debilidad generalizada y dolor muscular y en los huesos en personas de cualquier edad.
Consejos para cuidarse en esta época del año
Son varias las medidas que puedes tomar durante la temporada invernal para contrarrestar los efectos de los cambios atmosféricos. En este sentido, es necesario que modifiques algunas rutinas para mantenerte saludable.
La alimentación
Aunque lo que más te apetezca comer en invierno sean los platos de cuchara, has de variar la dieta. Consume verduras y vegetales frescos a diario, especialmente los que proporcionan vitamina C, como los cítricos.
En cuanto a la vitamina D, incluye en tu alimentación pescados grasos, lácteos y huevos. La vitamina D2 procede de las plantas y la encontrarás en los suplementos alimenticios.
Mantenerse activo
El ejercicio diario activa la circulación y mejora el estado de ánimo. Es preferible hacerlo en las horas del mediodía y al aire libre, con la ropa adecuada y si el clima lo permite. Si no es posible, los espacios cerrados son lugares donde también puedes ejercitarte.
Las relaciones sociales son esenciales para mantenernos sanos desde el punto de vista mental y emocional. Organiza periódicamente algún plan con la familia y dedica un tiempo a tus amistades.
Cuidados de la piel
Es fundamental evitar la exposición al viento, ya que seca la epidermis y causa grietas en la delicada mucosa de los labios. Además, la hidratación (utiliza productos de buena calidad) es un paso indispensable en tu rutina diaria. Las zonas más expuestas, como el rostro o las manos, requieren cuidados especiales, y no olvides aplicarte un bálsamo labial.
Vacuna contra la gripe
La Comisión de Salud Pública recomienda vacunarse contra la gripe antes de que empiece el invierno. Recuerda que la composición de estas vacunas es distinta cada año según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
La temporada invernal es preciosa, con inigualables oportunidades para el ocio y muchas festividades. Sin embargo, es muy importante cuidar tu salud en invierno con las medidas preventivas que te hemos recomendado para que puedas disfrutar más y mejor.