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La menopausia quirúrgica consiste en la extirpación de ambos ovarios. Pese a que es distinta a la natural, los síntomas suelen ser los mismos, pero, en este caso, son inmediatos. En este artículo, te explicamos más acerca de este asunto de gran relevancia para tu salud y tu calidad de vida.
La menopausia es una etapa en la vida de las mujeres en la que merma la función ovárica. Asimismo, la producción de los estrógenos y progestágenos disminuye progresivamente. Se presenta entre los 45 y los 55 años e indica el fin de la edad fértil de la mujer. La señal más evidente es que la menstruación cesa, aunque hay efectos en todo el organismo.
La denominada quirúrgica se origina como consecuencia de la extirpación de los dos ovarios a edades tempranas, cuando la mujer aún es fértil. Por esta razón, es repentina y no pasa por el declive natural. El nombre técnico de esta intervención es ovariectomía u ooforectomía bilateral y se realiza cuando la mujer padece endometriosis muy avanzada, tumores benignos o malignos y abscesos ováricos.
Es muy importante que diferencies varios casos. Cuando se extirpa el útero, la menstruación desaparece, pero la función de los ovarios continúa. Algo similar ocurre cuando se extirpa un solo ovario. El otro suple la función y tampoco hay menopausia. En cambio, la menopausia precoz o prematura (antes de los 45) es natural.
Este cambio fisiológico se prolonga durante varios años y pasa por tres fases. La duración de cada una es variable, porque cada mujer es un mundo.
Inician los síntomas y empieza la pérdida de masa ósea. Las reglas se vuelven irregulares y es posible que parezcan un sangrado uterino anormal. El tocólogo probablemente decida practicar una histeroscopia para inspeccionar el interior del útero.
La menstruación cesa definitivamente, después de un periodo de faltas intermitentes.
Es una fase que dura varios años, durante los cuales se acentúan los síntomas, se aumenta de peso y existe el riesgo de padecer ciertas enfermedades.
La progesterona y el estrógeno sintetizado en los ovarios actúan sobre muchos tejidos. Durante la pubertad, son responsables de los caracteres sexuales secundarios, como la distribución del vello corporal y el crecimiento de las mamas. Además de estos efectos hormonales, hay otros menos evidentes.
• Estimulan la vascularización de la dermis, lo que da a la piel un aspecto lozano.
• Elevan la producción de colágeno.
• En el sistema nervioso, conservan la irrigación sanguínea y la secreción de neurotransmisores.
• Intervienen en el metabolismo del tejido adiposo e incrementan la producción de colesterol HDL o bueno.
• Estimulan la pigmentación de las areolas y la vulva.
• Impulsan la mineralización ósea.
• Regulan la frecuencia urinaria.
Al mermar la síntesis y la secreción de estas hormonas, cesa el estímulo a los tejidos mencionados. Las molestias van surgiendo paulatinamente, pero, cuando hay un tratamiento quirúrgico, la menopausia y sus síntomas se presentan de forma inmediata y acentuada porque el organismo no tiene tiempo para adaptarse a los cambios.
• Sensación repentina de calor con palpitaciones (sofocos).
• Sudoración excesiva.
• Irritabilidad.
• Insomnio.
• Cefaleas frecuentes.
• Mareos.
• Depresión, irritabilidad o ansiedad.
• Disminución de la libido.
• Sequedad vaginal.
• Incontinencia urinaria.
Los cambios anatómicos y fisiológicos que suceden después de la ooforectomía bilateral pueden causar ciertos trastornos que afectan la salud y la calidad de vida de la mujer. Por esa razón, es importante que los conozcas.
Las hormonas ováricas mantienen los niveles de colesterol en sangre dentro de límites normales. Al desaparecer, se eleva el colesterol LDL, responsable de la generación de las placas de ateroma en las arterias. En consecuencia, el riesgo de padecer patologías como el infarto del miocardio o el ictus cerebral aumentan.
La mucosa vaginal pierde la capa de células superficiales y se hace delgada y friable. Hay sequedad, prurito y las relaciones sexuales se vuelven dolorosas. El pH es alcalino, de manera que las poblaciones de lactobacilos de la flora vaginal normal disminuyen, mientras que proliferan las bacterias patógenas que pueden causar infecciones urinarias o vaginales.
Los cambios del riego sanguíneo y de los neurotransmisores producen síntomas como olvidos, insomnio, fatiga mental y falta de concentración. En muchas ocasiones, hay alteraciones en el estado de ánimo: tristeza, irritabilidad o ansiedad. La Fundación Esclerosis Múltiple Euskadi señala que muchos de los síntomas cognitivos de la menopausia pueden confundirse con los de esta enfermedad.
La densidad esquelética disminuye por descalcificación y es más probable que la mujer sufra fracturas. El proceso es más acelerado durante los 5 primeros años de menopausia, cuando se pierde el 20 % de la masa ósea. En etapas posteriores, la tasa se iguala a la de los hombres.
La menopausia quirúrgica se practica en determinados casos para solventar problemas de salud de la mujer. Aunque, como has visto, implica unos cambios muy repentinos, tanto tu tocólogo como tu ginecólogo te ayudarán a que el proceso sea lo más llevadero posible.
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