Unidad Materno-infantil, Ginecología y Obstetricia en IMQ Zorrotzaurre
Un 70 – 80 % de las mujeres pueden desarrollar miomas uterinos según la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia). Se diagnostican en el 25-50% de los casos y fundamentalmente entre los 35 y 55 años.
¿Qué son los miomas uterinos y por qué se producen?
Loa miomas son lesiones nodulares redondeadas u ovoides derivadas del músculo liso uterino de carácter benigno. Aunque no sé sabe exactamente cómo y por qué se origina, los estudios consideran que se debe a una proliferación anormal de su capa muscular, es decir, de las fibras musculares del miometrio.
Hoy en día se admite que el mioma es una patología benigna que no se transforma en maligna. Sin embargo, el diagnóstico diferencial con el sarcoma uterino que sí es patología maligna, en ocasiones es complicado y difícil.
Tipos de miomas
Se distinguen por su número, tamaño y localización. En primer lugar, puede ser uno solo o varios, que es lo más común. Por otro lado, su tamaño es muy variable: los hay muy pequeños o muy grandes. De hecho, el más grande que se ha extirpado pesaba 60 kg. Finalmente, lo habitual es que se encuentren en el cuerpo uterino, pero pueden desarrollarse en cualquier zona del útero.
Existen 3 tipos de miomas atendiendo a su localización:
- Miomas submucosos: son los menos habituales El síntoma más frecuente es la hemorragia uterina y puede ser tanto un incremento en la cantidad y duración de la menstruación, como tratarse de sangrados sin relación con el ciclo.
- Miomas subserosos: conforman el 40 % de este tipo de neoplasias y crecen hacia la cavidad abdominal. Pueden ser grandes y no producir síntomas. En ocasiones, se manifiestan tras alguna complicación al comprimir un órgano próximo.
- Miomas intramurales: son los más frecuentes (55 % de los casos) y se hallan en el espesor del miometrio. Proliferan en la porción central y aumentan el tamaño del útero.
Causas de los miomas
La causa principal es la acción de las hormonas sexuales, que son las que aceleran el desarrollo anormal de las células del útero. Aun así, se piensa que puede haber una predisposición genética.
Los padecen con mayor frecuencia las mujeres jóvenes en edad reproductiva. Por tanto, es raro que se den durante la niñez o tras la menopausia.
Los factores que suelen ser cruciales en la aparición de los miomas son los siguientes:
- Raza: Las mujeres afroamericanas los padecen más que las caucásicas o blancas. Las asiáticas, por su parte, no suelen sufrirlos.
- Edad: Ser mayor de 35-40 años.
- Mayor exposición a las hormonas: Esto puede suceder por varios factores, como la maternidad tardía, en la que hay una acción hormonal ovárica sin embarazo durante un tiempo prolongado. Lo mismo sucede cuando la mujer tiene su primera regla a una edad muy temprana (en torno a los 9 o 10 años), cuando tiene obesidad, que conlleva un sobreaporte de estrógenos, o si está tomando o ha tomado anticonceptivos orales.
Síntomas y tratamiento
Suelen diagnosticarse durante revisiones periódicas pues, como hemos comentado, normalmente son asintomáticos.
El diagnóstico clínico se basa en el tacto vaginal y en la ecografía que se realiza habitualmente en las consultas de Ginecología.
La hemorragia uterina es el síntoma más frecuente que puede presentarse en forma de incremento en la cantidad y duración de la menstruación o como sangrados acíclicos.
Otros síntomas son:
- Dismenorrea: dolor con la regla
- Dispaurenia: dolor en las relaciones sexuales
- Infertilidad
- Síntomas derivados de la compresión de órganos vecinos (aparato urológico o digestivo).
Tratamiento de miomas uterinos
Los miomas que no provocan ningún tipo de síntoma, no necesitan en principio tratamiento y una conducta expectante con revisiones periódicas con ecografía puede ser suficiente.
Cuando el mioma da síntomas, el tratamiento irá dirigido a paliar el síntoma, generalmente el sangrado, o a extirpar el mioma.
La elección del tratamiento depende de varios factores como son: la edad de la paciente, la sintomatología, la localización, el tamaño y número de miomas y los deseos de gestación de la paciente.
¿En qué casos se operan los miomas?
Aquellos miomas que presentan un crecimiento rápido sí necesitan intervención quirúrgica. Por otro lado, si la sintomatología es de hemorragia abundante, tu médico puede recomendarte una cirugía o un tratamiento farmacológico. En tal caso, se suele apostar por:
- Ácido tranexámico: actúa a nivel del endometrio disminuyendo el sangrado.
- Dispositivos intrauterinos: ralentizan o frenan el desarrollo de los miomas. Incorporan progesterona y reducen el sangrado.
- Derivados hormonales de la progesterona: interrumpen el crecimiento de los miomas.
Cuida tu salud y no olvides realizar revisiones ginecológicas periódicas para prevenir y diagnosticar a tiempo posibles miomas.