Los avances médicos actuales permiten diagnosticar y tratar muchas enfermedades cardíacas. Un grupo ...
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La hipotensión aparece cuando las cifras de la presión arterial se sitúan por debajo de los límites normales. En algunos casos, este cuadro clínico puede constituir una urgencia que amenaza la vida o el funcionamiento de los órganos vitales. Con este artículo queremos que conozcas mejor el tema.
Cuando te miden la presión arterial, te indican dos valores que reflejan la presión sistólica (alta o máxima) y la diastólica (mínima o baja): Estos expresan las fases de contracción y relajación del músculo cardíaco.
Las cifras normales están alrededor de 120-130/80 y la unidad de medida son los milímetros de mercurio. Si se encuentran por encima o por debajo, pueden aparecer síntomas de hipertensión o de hipotensión. En el caso de la tensión alta, la Sociedad Vasca de Hipertensión Arterial indica que el 20% de los vascos padecen esta enfermedad.
Como los demás signos vitales, este parámetro varía continuamente en función de muchos factores, como la posición del cuerpo, la temperatura ambiental, la alimentación, el estrés o el momento del día.
Sin embargo, los límites mínimos para la mayoría de las personas están en 90/60 milímetros de mercurio. Situarse por debajo de estos niveles se considera presión arterial baja.
El control de la presión depende de varios mecanismos, entre los que figuran el nivel de sodio y potasio en la sangre, el centro bulbar regulador, las hormonas, el sistema nervioso vegetativo y el volumen de sangre circulante. Los siguientes fenómenos son responsables de que descienda.
Ocurre una o dos horas después de comer en algunos adultos mayores. Es más frecuente cuando existe hipertensión arterial o una enfermedad neurodegenerativa, como el mal de Parkinson.
Es un descenso brusco causado por los cambios de posición repentinos, como ponerse de pie o tumbarse. Se presenta en las personas mayores, después de un periodo de reposo prolongado en cama y durante el embarazo.
Aparece sobre todo en niños y jóvenes después de estar de pie por tiempo prolongado. El mecanismo que se ha propuesto es la alteración de la conexión neurológica entre el corazón y el cerebro.
Esta enfermedad rara, también llamada síndrome de Shy-Drager, es consecuencia de un daño en el sistema nervioso vegetativo. Se presenta en personas hipertensas después de permanecer acostadas.
La presión arterial baja tiene repercusiones que pueden ser importantes. De hecho, sus síntomas, como visión borrosa, mareos, náuseas y debilidad pueden provocar caídas y otro tipo de accidentes.
Además, existe el riesgo de shock hipotensivo cuando la presión sanguínea desciende súbitamente y llega a ser extremadamente baja, lo que representa una urgencia médica. En ese caso, la perfusión es insuficiente y los tejidos no reciben oxígeno, lo que provoca lesiones en el cerebro y en el corazón. Se manifiesta con los siguientes signos:
Existen varias circunstancias y enfermedades que provocan un descenso de la presión arterial.
Durante los primeros meses del embarazo, la presión arterial desciende debido a las modificaciones hormonales y anatómicas. La mujer puede sentir mareos leves, especialmente con los cambios bruscos de posición. Sin embargo, después del parto esta situación se normaliza.
Cuando la cantidad de agua que tomas es insuficiente, existe el peligro de que el volumen de sangre circulante descienda. Además, ocurre algo similar en el caso de que haya vómitos y diarrea, una hemorragia grave o un uso excesivo de diuréticos.
Las arritmias, la insuficiencia cardíaca y las alteraciones valvulares pueden hacer que el gasto cardíaco descienda y, con él, la perfusión tisular. Este concepto se refiere a la cantidad de sangre eyectada por minuto.
En las enfermedades de las glándulas suprarrenales o de las paratiroides, la presión baja es parte de sus manifestaciones. La hipotensión también se incluye dentro de la prediabetes y sus síntomas.
Después de algunos minutos de exposición a un alérgeno, el shock anafiláctico puede presentarse en las personas muy sensibilizadas. Los síntomas son urticaria, estornudos, sensación de ahogo, prurito y dolor abdominal. La consecuencia más grave es el colapso cardiovascular, que se produce por una vasodilatación masiva.
Varias circunstancias pueden predisponer a una caída de la presión arterial. Entre ellas, destacan las siguientes.
Una edad avanzada aumenta el riesgo de sufrir hipotensión ortostática o posprandial. Esto suele ocurrir en las personas mayores de 65 años.
Ciertos fármacos tienen el efecto de provocar un descenso en los niveles de presión arterial. Entre ellos figuran los diuréticos, los betabloqueadores, los antidepresivos, los utilizados para tratar la disfunción eréctil y determinados analgésicos que contienen derivados mórficos.
La hipotensión, especialmente cuando es crónica o acentuada, puede tener consecuencias muy graves e incluso poner en peligro la integridad física o la vida. Por este motivo, el control de las enfermedades y de los factores que pueden causar este trastorno es fundamental.
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