Fisioterapeuta en la Escuela de Espalda del Centro IMQ Ajuriaguerra
La kinesiofobia, miedo patológico a realizar ciertos movimientos que puedan provocar dolor o que puedan empeorar una lesión previa, es habitual entre pacientes que padecen o han padecido dolor lumbar o cervical.
Especialmente ocurre a aquellos que, por no realizar ningún tipo de actividad física de forma habitual, no conocen su cuerpo, sus capacidades o la forma en que pueden realizar actividad física de manera segura.
Tienden a restringir cualquier práctica de actividad física porque no se sienten seguros, y esto acaba dificultando la recuperación de la zona afectada. Además, las compensaciones efectuadas para evitar la movilidad de la zona dolorosa pueden acabar afectando a otras partes del cuerpo que se ven obligadas a compensar, durante las actividades de la vida diaria, esta falta de movilidad de ciertos segmentos corporales dolorosos.
Fisioterapia como ayuda para eliminar la fobia al dolor
Hay muchos estudios que concluyen que la actividad física adecuada puede ayudar a mejorar el dolor, la calidad de vida y la sensación percibida de incapacidad funcional. La presencia del fisioterapeuta durante la práctica puede proporcionar seguridad y asistencia al paciente, ayudando a salvar esa barrera que existe a pesar de tener las pautas oportunas para una movilidad adecuada.
De ahí, surge la idea de poner en marcha Escuelas de espalda en los centros IMQ. Pero también de la voluntad de crear un espacio para quienes quieren practicar las pautas que las fisioterapeutas solemos dar durante la rehabilitación y de que hay pacientes que no consiguen implementar por su cuenta una práctica regular de actividad física en su día a día que les pueda resultar beneficiosa para equilibrar su estilo de vida sedentario y/o posturas mantenidas en el trabajo.
Este espacio pretende ser un entorno en el que de forma regular se puedan llevar a cabo propuestas relacionadas con la flexibilización y el fortalecimiento adecuado para poder mantener la espalda en buenas condiciones, en condiciones que el paciente sienta como seguras porque cuenta con el asesoramiento y presencia de un fisioterapeuta.
Clases para acabar con la kinesiofobia
Las clases de la escuela de espalda se llevan a cabo con un máximo de 6 participantes en sesiones de hora y media de duración, una vez por semana. Quienes más se pueden beneficiar de estas sesiones son las personas que no tienen el hábito de practicar actividad física de forma habitual y no se ven con herramientas suficientes para llevarla a cabo de forma segura.
Al practicar en grupos reducidos pretendemos ofrecer de forma individualizada las indicaciones y apoyo necesarios para cada paciente a la hora de llevar a cabo las propuestas.
Escuela de espalda: ¿cuáles son los objetivos?
La posibilidad de participar en estas sesiones de forma regular pretende ser una ayuda para la implementación de hábitos de vida saludable, dando las herramientas para que las y los pacientes se vean capaces de trasladar esa práctica a su día a día de forma autónoma.
El apoyo del fisioterapeuta y del grupo, siempre incentiva a la hora de hacer los ejercicios. Es un facilitador que pretende que la gente se enganche, perciba la actividad física como algo agradable y que de ahí sea capaz de implementarlo más fácil a su día a día.
Las propuestas que hacemos son muy sencillas en cuanto a material, precisamente con esa idea, que la gente se las pueda llevar a su casa o a su oficina.
Estas sesiones son muy beneficiosas para gente que sufre ciáticas recurrentes, dolores lumbares, molestias cervicales, que se le carga la zona del cuello porque pasa muchas horas con el ordenador… ahí tienen mucho que ganar con unas propuestas sencillas.
Escuela de espalda: ¿a quiénes está dirigida?
Se puede beneficiar un público muy variado en cuanto a rango de edad, forma física… Puede ser gente que esté muy desconectada de la actividad física porque no realiza o no ha realizado nunca actividad física y entonces puede servir de acercamiento. O gente que, aunque practica actividad física de forma regular, le falte tener en consideración algunas normas de higiene postural para evitar que las tensiones generadas en las prácticas deportivas se trasladen innecesariamente a zonas especialmente vulnerables. El abanico es muy amplio.
Hay que adaptar la propuesta dependiendo de la actividad y el grupo de edad. A lo largo de cada sesión se pasa por ejercicios de fortalecimiento, de movilización, estiramiento, para la zona de la cintura escapular, de la cintura pélvica. Al tratarse de grupos muy reducidos, el fisioterapeuta puede hacer hincapié en lo que sabe que a cada uno/a le conviene más o proponer variantes individualizadas.
El dolor de espalda es algo que hemos normalizado por habitual pero no tendría por qué ser así. Si implementásemos ciertos hábitos podrían mejorar mucho en ese sentido. No todo el mundo se podría librar del dolor de espalda, pero no debería de ser la epidemia que es ahora mismo. Tenemos normalizada una situación que es muy mejorable; y, además, de manera muy sencilla.
Los problemas más frecuentes que se nos presentan son el dolor lumbar y cervical, de carácter local y/o irradiado a otras partes del cuerpo.
Y dentro de los malos hábitos más comunes nos encontramos con la mala higiene postural en actividades de la vida diaria (muy frecuentemente cuando el trabajo implica posturas mantenidas: uso prolongado de ordenador...); y la falta de actividad física adecuada para compensar hábitos de vida sedentarios.
Consejo de corrección e higiene postural
En caso de necesidad de posturas mantenidas, por ejemplo, en el ámbito laboral, adoptar la postura más neutra posible que permita la realización de la actividad (es frecuente que nos "acomodemos" en posturas más potencialmente lesivas de lo que exige la naturaleza de la actividad a realizar -bien sea por desconocimiento o por pereza-) y dedicar unos minutos cada hora a realizar movimientos que permitan al cuerpo compensar esa inmovilidad y las adaptaciones que conlleva.
El cuerpo y la mente agradecerán esas paradas, y nuestro rendimiento mejorará, de forma que resultará una buena inversión, no solo desde el punto de vista de la salud.
Si quieres prevenir molestias en tu espalda o aliviar un dolor ya existente los centros IMQ Ajuriaguerra en Bilbao e IMQ Abendaño y Amárica en Vitoria-Gasteiz ofrecen este servicio que te ayudará a mejorar tu calidad de vida. Además, si cuentas con un seguro médico IMQ tienes condiciones ventajosas en la matrícula. Infórmate en cada uno de los centros para conocer los horarios de las clases.